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Esculturas
Retrato de joven romano
Desconocido
Technical Datasheet
Las características del retrato de este joven nos remiten a la última evolución del idealismo que coincide con la época de los Antoninos. La suavidad y tersura de la piel contrasta con la riqueza plástica de los claros y oscuros del tratamiento del cabello que se revuelve y se enrosca de forma descuidada. Esta moda, impuesta tras el reinado de Adriano, se mantuvo hasta los Severos con distintas variantes respecto a la largura del cabello. El tratamiento del pelo evidencia la labor de trépano que se manifiesta en el casquete de rizos, ondas y mechones desordenados que caen sobre sus hombros. La forma de tratar los rizos del cabello nos remiten a imágenes como la del Aiōn, símbolo de la eternidad, que aparece en el pedestal de la columna de Antonino Pío. Mantiene el tipo de peinado de mechones abultados y largos repartidos en dos direcciones por una horquilla central abierta en el incipiente flequillo. De los rasgos del joven destacamos sus ojos hundidos en cuencas profundas, la finura de sus párpados, la acusada barbilla, su prolongada nariz y sus labios gruesos y abultados. Sus facciones melancólicas están acentuadas por la técnica del modelado que nos remite a prototipos clásicos.
cfr. Halcón Álvarez-Ossorio, Fátima (2015): "Retrato de joven romano". En: Beltrán Fortes, José/Méndez Rodríguez, Luis (eds.): Yesos: gipsoteca de la Universidad de Sevilla : recuperación de la colección de vaciados : antigua Real Fábrica de Tabaco. Sevilla: Universidad de Sevilla, p. 161.
Bibliografía:
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Beltrán Fortes, José/Méndez Rodríguez, Luis, Yesos: gipsoteca de la Universidad de Sevilla : recuperación de la colección de vaciados : antigua Real Fábrica de Tabaco (Universidad de Sevilla, Sevilla, 2015).
NºCatalogue
1147M2-12-EECC-ESC
Author/s
Typology
Chronology
1791 - 1796
Style
Technique
Location
Dimensions
54 x 31 x 26 cm.
Source
El primer ejemplar de serie de este vaciado fue realizado por José Pagniuci de las esculturas del Palacio de la Granja de San Ildefonso, por encargo de la Corona. Posteriormente lo dono el rey a la Real Academia de San Fernando entre 1791 y 1796. Taller de vaciados de la Real Academia de San Fernando
